Pisados, siempre en el suelo,
recibiendo malos tratos,
y sin señales de duelo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.