Pisados, siempre en el suelo,
recibiendo malos tratos,
y sin señales de duelo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.