Pisados, siempre en el suelo,
recibiendo malos tratos,
y sin señales de duelo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.