Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
No es reloj, pero hace TIC TAC, no usa pilas pero no para de andar...
Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.
Dos niños en un andén, por más que se acerquen, no se ven. ¿Qué es?.
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
