Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Parecen persianas, que suben y bajan.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
