Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.
Juntos vienen, juntos van, uno va delante, otro va detrás.
Parecen persianas, que suben y bajan.
Dos estrellas se han perdido, en el cielo no aparecen, en tu casa se han metido y en tu cara resplandecen. ¿Qué son?
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.