Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Ordenes da, órdenes recibe, algunas autoriza, otras prohíbe.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
