adivinanzas para niños

Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.

 

más adivinanzas del cuerpo humano...

Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.

Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.

¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.

Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.

Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.

Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.

Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.

Dos niños en un andén, por más que se acerquen, no se ven. ¿Qué es?.

Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.

Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.