Rodeo cuellos y cuellos,
tanto de ellas como de ellos.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
