Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
