adivinanzas para niños

Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes

 

más adivinanzas de cosas de la casa...

Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.

Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.

Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.

Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.

Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.

¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?

Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?

Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.

Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.

Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.