Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Adivíname ésa.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
