Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
Adivíname ésa.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.