Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
