Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Adivíname ésa.
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
