Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
