Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.