Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
