Un convento bien cerrado,
sin campanas y sin torres
y muchas monjitas dentro,
preparan dulces de flores.
más adivinanzas de la naturaleza...
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
