Una capilla llena de gente
y un capellán en medio
que predica siempre
más adivinanzas del cuerpo humano...
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Como la piedra son duros, para el perro un buen manjar, y sin ellos no podrías ni saltar ni caminar.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.
A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
