Una capilla llena de gente
y un capellán en medio
que predica siempre
más adivinanzas del cuerpo humano...
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.
Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.
Dos niños en un andén, por más que se acerquen, no se ven. ¿Qué es?.
Juntos vienen, juntos van, uno va delante, otro va detrás.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
Dos fuentes muy cristalinas están en medio de un llano y cuando las fuentes manan no está muy contento el amo.
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.
