Una capilla llena de gente
y un capellán en medio
que predica siempre
más adivinanzas del cuerpo humano...
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.
Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
En la jirafa descuella, bajo la barba del rey, lo tiene cualquier botella, la camisa o el jersey.
Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
