Van y llegan,
se llevan lo que traen
y lo que traen se llevan
más adivinanzas de la naturaleza...
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Rompe y no tiene manos, corre y no tiene pies, sopla y no tiene boca, ¿Qué te parece que es?
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
