Van y llegan,
se llevan lo que traen
y lo que traen se llevan
más adivinanzas de la naturaleza...
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Kilómetros mido, hectolitros llevo, kilovatios doy, hectáreas mantengo.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
Millares de soldaditos van unidos a la guerra, todos arrojan lanzas que caen sobre la tierra.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
