Viene del cielo, del cielo viene,
a unos disgusta y a otros mantiene.
más adivinanzas de la naturaleza...
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
