Ya ves, ya ves,
tan claro que es.
No me la adivines
de aquí a un mes.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
