Yo tengo calor y frío,
y no frío sin calor,
y sin ser ni mar ni río,
peces en mí he visto yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
