Pozo hondo,
soga larga,
y si no se dobla
no alcanza.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.
Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
Si los abro veo si los cierro sueño.
¿Qué instrumento se puede escuchar, pero no se puede ver ni tocar?
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
