Redondo, redondo,
sin tapa, sin fondo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Tienen justo cinco dedos como la mano; se rellenan en invierno, se vacían en verano.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.