Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.