Resuélveme este dilema:
«soy una, pero soy media».
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Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.