Ahí vienen dos:
uno se moja
y el otro no.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.