No me utilizan los patos
más me llevan de apellido,
con «Z» empieza mi nombre,
¡y ya el resto es pan comido!
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Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.