No me utilizan los patos
más me llevan de apellido,
con «Z» empieza mi nombre,
¡y ya el resto es pan comido!
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
