Viene del cielo, del cielo viene,
a unos disgusta y a otros mantiene.
más adivinanzas de la naturaleza...
En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.
Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.