Lomos y cabeza tengo
y aunque vestida no estoy,
muy largas faldas mantengo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.