Nazco y muero sin cesar;
sigo no obstante existiendo,
y, sin salir de mi lecho,
me encuentro siempre corriendo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
En las regiones polares se encuentra en todos los mares.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
