Nazco y muero sin cesar;
sigo no obstante existiendo,
y, sin salir de mi lecho,
me encuentro siempre corriendo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Millares de soldaditos van unidos a la guerra, todos arrojan lanzas que caen sobre la tierra.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.