Es un campo colorado
con los surcos muy derechos;
muy en alto está situado
e inclinado de dos lados.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
