Cuatro patas tiene,
así como asiento;
de ella me levanto
y en ella me siento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.