Me compran para dormir
y me encanta sacudir.
¿Qué soy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Adivíname ésa.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.