Chiquita como un ratón
guarda la casa como un león
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Adivíname ésa.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
