Cuatro patas tiene
y no puede andar
también cabecera
sin saber hablar.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.