Dos hermanitos muy igualitos,
en llegando a viejecitos
abren los ojitos.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
