Dos hermanitos muy igualitos,
en llegando a viejecitos
abren los ojitos.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
