En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
