En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
