En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
