En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
