En el campo soy hallada
y al fuego alimento.
Donde quiera que soy llevada,
es para darme tormento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Chiquita como un ratón guarda la casa como un león
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
