En el campo soy hallada
y al fuego alimento.
Donde quiera que soy llevada,
es para darme tormento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
