adivinanzas para niños

En el cielo soy de agua,
en la tierra soy de polvo,
en las iglesias de humo
y mancha blanca en los ojos.

 

más adivinanzas de la naturaleza...

Girando toda su vida, toda su vida girando y no aprendió a ser más rápida da una vuelta y tarda un día, da otra vuelta y tarda un año.

Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.

En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!

Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.

Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.

Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.

Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.

Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.

Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.

Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.