En el cielo soy de agua,
en la tierra soy de polvo,
en las iglesias de humo
y mancha blanca en los ojos.
más adivinanzas de la naturaleza...
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
