En un huerto no muy llano
hay dos cristalinas fuentes,
no está a gusto el hortelano,
cuando crecen las corrientes.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Entre dos murallas blancas hay una flor colorada, que con lluvia o con buen tiempo, está siempre bien mojada.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.
Dos estrellas se han perdido, en el cielo no aparecen, en tu casa se han metido y en tu cara resplandecen. ¿Qué son?
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
