En un huerto no muy llano
hay dos cristalinas fuentes,
no está a gusto el hortelano,
cuando crecen las corrientes.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Ordenes da, órdenes recibe, algunas autoriza, otras prohíbe.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Cinco hijitos tiene cada una y dan tortazos como ninguna.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
Dos fuentes muy cristalinas están en medio de un llano y cuando las fuentes manan no está muy contento el amo.
