Hay en la plaza nueva
un monte, y en él dos cuevas.
Más abajo un pozo hondo
que tiene el brocal rojo.
Altas ventanas, iguales,
y en ellas, dos niñas bellas
que, a través de los cristales,
todo lo ven y lo observan.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Ordenes da, órdenes recibe, algunas autoriza, otras prohíbe.
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Cinco hermanos muy unidos, que no se pueden mirar, cuando riñen aunque quieras, no los puedes separar.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
