Hay en la plaza nueva
un monte, y en él dos cuevas.
Más abajo un pozo hondo
que tiene el brocal rojo.
Altas ventanas, iguales,
y en ellas, dos niñas bellas
que, a través de los cristales,
todo lo ven y lo observan.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
¿Cuál es la planta más olorosa?
Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
¿Qué planta será la que en el hombre está?
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
