Hay en la plaza nueva
un monte, y en él dos cuevas.
Más abajo un pozo hondo
que tiene el brocal rojo.
Altas ventanas, iguales,
y en ellas, dos niñas bellas
que, a través de los cristales,
todo lo ven y lo observan.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Si los abro veo si los cierro sueño.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
¿Qué instrumento se puede escuchar, pero no se puede ver ni tocar?
No es reloj, pero hace TIC TAC, no usa pilas pero no para de andar...
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.
Cinco hermanos muy unidos, que no se pueden mirar, cuando riñen aunque quieras, no los puedes separar.
Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.
