Hoy cuando me levanté,
puse uno en cada pie.
Como no son los zapatos,
dime tú… ¿qué puede ser?
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
