Hoy cuando me levanté,
puse uno en cada pie.
Como no son los zapatos,
dime tú… ¿qué puede ser?
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Tienen justo cinco dedos como la mano; se rellenan en invierno, se vacían en verano.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
