Hoy cuando me levanté,
puse uno en cada pie.
Como no son los zapatos,
dime tú… ¿qué puede ser?
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Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
