La cara que yo acaricio,
dejo de seda al momento,
porque ni un pelo se resiste
a mi marcha, ¡buen invento!
más adivinanzas de cosas de la casa...
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.