Me lleváis,
me traéis,
y si sois nuevos
quizás me mordéis.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.