Mi padre al cuello la ata
y, poco a poco, la aprieta
hasta llegar a su meta.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
