Porque no se caiga pagan,
pero, si se cae,
nadie se agacha
a recogerlo.
más adivinanzas del cuerpo humano...
A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
¿Cuál es la mitad de uno?
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
En la jirafa descuella, bajo la barba del rey, lo tiene cualquier botella, la camisa o el jersey.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.
