Sin hablar puedo decir
lo que mi dueño ha pensado;
tengo un carro, aunque sin mula,
y me muero en tres espacios.
más adivinanzas de libros y escritura...
Como una ametralladora se escucha mi tableteo; pero estoy en la oficina, que mi oficio no es guerrero.
Yo salgo todos los días por eso me llaman diario. Estoy lleno de noticias, sucesos y comentarios.
Nunca bien supe escribir pero soy gran escribano; bien que te puedo servir, si me tomas en tu mano.
Llanura blanca con flores negras; cinco bueyes aran en ella.
Campo blanco, flores negras, un arado, cinco yeguas.
Soy blanca como la nieve, me ponen sobre una mesa, para escribir sobre mí cuanto venga a la cabeza.
Sabana blanca tendida, mariquita negra le baila encima.
Todas las palabras sé y, aunque todas las explico, nunca las pronunciaré.
Aunque sea tan pequeño, siempre separo y siempre detengo.
No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje.
