Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Cuerpo de palo, cabeza de color, me encienden con cuidado y doy mucho calor. ¿Qué es ?
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
