Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
