Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.