Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
