Un árbol con doce ramas,
cada rama, cuatro hijas,
cada hija, siete hijos,
me dices ¿cómo se llama?
más adivinanzas sobre el tiempo...
Para unos soy muy corto; para otros, regular; para los tristes muy largo; para Dios, la eternidad.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Brazos tengo desiguales y a mi ritmo se mueven los mortales.
Corre más que un ciclista, nunca da marcha atrás, si lo pierdes de vista, ¡cómo envejecerás!
¿Qué cosa no ha sido y tiene que ser, y que cuando sea dejará de ser?
Un árbol con doce ramas, cada rama, cuatro hijas, cada hija, siete hijos, me dices ¿cómo se llama?
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
De siete en siete vamos cogiditos de las manos.
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
