Una copa redonda y negra,
boca arriba está vacía,
boca abajo está llena.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
