Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
