Vivo en el campo y en una ciudad grande,
y soy chico pero me usan por igual,
si dices mi nombre solo dirás la mitad.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
