Redondito, redondón,
no tiene tapa ni tapón.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.