Guardado en invierno,
lo luzco en verano,
es mi único traje
en sitios de baño.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.