Colgada voy por delante
y al hombre hago elegante.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Tienen justo cinco dedos como la mano; se rellenan en invierno, se vacían en verano.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.