Al revolver una esquina
me encontré con un convento,
las monjas vestidas de blanco,
la superiora en el centro,
más arriba dos ventanas,
más todavía un par de espejos
y en lo más alto la plaza
donde pasean los caballeros.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
Parecen persianas, que suben y bajan.
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Cinco hijitos tiene cada una y dan tortazos como ninguna.
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
