Cinco hermanos muy unidos,
que no se pueden mirar,
cuando riñen aunque quieras,
no los puedes separar.
más adivinanzas del cuerpo humano...
A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Juntos vienen, juntos van, uno va delante, otro va detrás.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
