De mi madre nací yo,
sin fundamento de padre,
y luego me he muerto yo
y de mi nació mi madre.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
