El pie tapo al instante
igual que si fuera un guante.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
